lunes, septiembre 24, 2007

Sus brazos abiertos

El día no ha tenido un descanso pero este calor sigue siendo un impulso que nadie puede ignorar. Ahora, cuando la luna ya pasea inmensa de luz y despertar, sólo me quedan fuerzas para dejar imágenes de estos cuerpos a los que esta tarde me acerco,

cuerpos y brazos esculpidos desde una fortaleza


y una entrega que te envuelven.
Respira a su lado, mira qué altos y grandes,

qué fantásticos cuando los miras



10 comentarios:

Mariano Zurdo dijo...

Ayer en Madrid hizo mucho calor también.
Viendo ciertos árboles no cuesta pensar que tengan alma por cómo retuercen sus ramas.
Besitos/azos.

Anónimo dijo...

Los árboles me parecen unos de los seres más bonitos. Y más fiables (salvo por los rayos).
Besos.

Javier Menéndez Llamazares dijo...

Qué tendrán los árboles, que siempre les estamos buscando forma humana...
Cierto que esas ramas parecen brazos, pero ¿cuántas veces no queremos definirnos nosotros como árboles? Decimos fuerte como un roble, alto como un chopo... o llamamos a alguien "alcornoque".
Un abrazo.

Raquel dijo...

Mariano, los animamos, los hacemos nuestros. Pero siempre nos pueden.

Leo, fiables, sí, muy bien dicho. A veces dañan la tierra pero también crean otra vida.

Javier, siempre los queremos tener de nuestro lado. ¿Será porque saben compartir el espacio?

Un abrazo grande para los tres

banderas dijo...

Aunque llego tarde quisiera comentar que, desde que tengo uso de razón, he visto infinidad de fotografías de árboles... miles de ellas... y técnicamente podrían estar mejor o peor y, sin embargo, el resultado estético y emotivo era siempre enorme.

Son unos hermanos grandotes y torpes que nos dan mucho más que vida, nos dan su alma.

Bicos.

Raquel dijo...

No, no llegas tarde y eso de hermanos grandotes y torpes me gusta mucho.

Tawaki dijo...

Impresionante la última foto. Algunos árboles transmiten una emoción difícil de explicar a quien no la siente.

Sir John More dijo...

Árboles... Gracias y un beso.

Raquel dijo...

Tawaki, sí, una emoción que no sabes ni de dónde ni cómo pero que así es.

Raquel dijo...

Sir John, los árboles te lo reciben y te dicen también gracias y un beso.