miércoles, julio 16, 2008

Por Monleras

Si algún día quieres acercarte a Monleras, hazlo. No te vas a arrepentir. Es un pueblo pequeñito en la comarca del Campo Charro, muy cerca de los Arribes del Duero y de Portugal. Su gente le da vida.
Mi amigo P. lo eligió como pueblo adoptivo y ahí decidió vivir y construir su casa, una casa hecha a mano, con la calidez de la madera y lo que tú mismo construyes, lo que se mima, el detalle. No está solo. R. es gran parte de su vida y con ella, los proyectos nunca son algo del pasado. Siempre hay algo más, hecho a mano, mimado como la casa y la mirada al cada día tal y como los ventanales miran al campo por donde se adentra el sol.

Si quieres acercarte a Monleras, no te vas a arrepentir. Aunque sea día de calor. Si llegas temprano, deja que las horas de la siesta se agoten del todo y luego, sal a caminar

Como en muchos otros pueblos pequeños, apenas sales ya estás en el campo,

entre huertos segados y recogidos, bien peinados

Huele a calor, a campo, a paja seca.

Ahí, muy cerca, están las cabañas en las que pasaría la noche si pudiera quedarme. Hay tanta calma en este prado y tanto gusto en todos esos detalles...

Es uno más de los proyectos de R., como la miel que hace, los jabones que fabrica o los panes que hornea. Encaja con todo lo que es el pueblo y las iniciativas que se mueven desde el ayuntamiento a nivel cultural y social, iniciativas que ayudan a que un pueblo pequeño como éste no muera, que anima a la gente a quedarse o a volver a él (la única manera tal vez de aliviar un centralismo que concentra a millones de personas en grandes urbes, lo cual cada vez es más frecuente en más ciudades del mundo).

Cuando vengas, no dejes de caminar por donde las encinas delimitan el horizonte


y donde por capricho se convierten en mujer


Y no dejes de quedarte ahí un rato, bajo esa carpa desde donde puedes ver el nivel adonde llega el agua cuando el embalse va muy lleno. Quédate hasta que la luz rompe su filo y te envuelve con su tibieza y la primera brisa pasea tus brazos. Quédate hasta que las nubes encuentren su color

y las siluetas recobren su dramatismo,

cuando lo perdonas todo y entregas un último beso

17 comentarios:

kocordero dijo...

Hey Raquel!
Beautiful photos as always...I'm in love with Salamanca from afar....

It looks like you are having a grand time -- You do a great job of sharing your travels and observations. :)

Irreverens dijo...

Tus fotos de hoy me han transportado a esa Vía de la Plata que recorrimos Adri y yo.
Todo salpicado de encinas y alcornoques.
Y de fondo, siempre esa enorme calma.
:)

Besotes

Raquel dijo...

Kocordero,
thinking of you and hoping you're having a good time. I'm glad tu hear you've been keeping up with me.
I'll write soon, birthday girl.
Love

Irreverens,
no me puedo creer que hiciste ese viaje en bici hasta Sevilla. ¡Qué gozada! Hoy me voy al sur de la provincia, a mi pueblecín. Debísteis pasar muy cerquita de ahí.
Un besote también para ti. (¿Cuántos días más de trabajo intenso?)

Olga Cánovas Galindo dijo...

Raquel has logrado transportarme a ese pueblo encantador. Tus fotos son pura emoción.
Contigo no hace falta hacer las maletas.
Besicos y abrazos. Ah! y sigue disfrutando.

Unknown dijo...

Somos nosotros los que agradecemos el calor del encuentro contigo. Como siempre.
P. y R.

Mariano Zurdo dijo...

Dan ganas de arrancar el helicóptero e ir volando...
Besitos/azos.

Elena Casero dijo...

Sigo oliendo el calor y el olor de la paja. Y me ha gustado mucho la descripción femenina de las encinas.

Un beso, Raquel. Sigue disfrutando

Magda dijo...

Me llega todo, el calor, el olor, la luz impecable y tus palabras también...iré, sin dudas...
besos y gracias

JESUS y ENCARNA dijo...

ainss... esos árboles!!!
Petonets
Encarna

Anónimo dijo...

Raquel, besotes, y gracias! Me traes mi país-tan lejos- a casa.

dintel dijo...

Qué genial, pero qué genial. Texto y foto ha producido en mí sensaciones de olfato y gusto.

Besos.

banderas dijo...

¡Jo! Me has traído del otro lado de la memoria mi estancia en un pueblecito que fué avandonado y está en vías de recuperación desde hace años. Se llama Villarbón y está en los Ancares leoneses (exactamente en una ladera del valle del río Ancares), otra comarca preciosa y única. Quien se encarga del pueblo es Miguel "Yuma"... un personaje donde los haya y gran persona. Te dejo un par de links relacionados con el pueblo:

http://www.elpais.com/articulo/espana/
LEoN/Indulto/Villarbon/elpepiesp/
19950806elpepinac_17/Tes/

y

http://amigoscc.org/index.php?option=
com_rsgallery2&Itemid=43&catid=8

Bicos ;-)

Raquel dijo...

Espectadora,
qué comentario tan cariñoso y dulce. Gracias. Tus fotos también son una verdadera gozada.
Besos

P. y R.,
qué especial es poder llegar y después de un minuto sentir que te sientes tan bien como siempre y como si los rincones aún te recordaras y tú también recordaras como llegar a ellos. Especial.
Mucho cariño.

Mariano,
acuérdate del sitio para cuando puedas escaparte un fin de semana en cuanto la librería te lleve menos tiempo (o aunque te lo lleve).
Besotes

Elèna,
hay cosas que inmediatamente puedes oler. Creo que la paja es una de esas cosas. Las encinas... P. andaba quejándose porque decía que las habían podado demasiado y que andaban un poco pobretonas.
Muchos besos

Magda,
es bonito llevarte de paseo porque te sabes dejar llevar y llenarte del todo. Qué bien.
Un besote

Encarna,
¿verdad? aunque estén más desnudos que otras veces. Me encantan las encinas. Esas formas tan particulares y caprichosas desde siempre me han llamado la atención.
Besos!

Mita,
te llevo cachitos pero sé que te llega. Me alegra.
Besotes

Dintel,
qué bien. Me da pena no haber podido estar más tiempo en Salamanca porque quería llevarte por algunos de mis rincones favoritos y que tú me contaras los tuyos pero en fin... así son las cosas.
Besos!

Banderas,
me dicen que la parte de los Ancares es preciosa. Tengo pendiente ese recorrido.
Lo bueno de Monleras es que hay gente joven que es emprendedora y que ha apostado por el pueblo. Ojalá haya más iniciativas así.
En cuanto pueda entro en esos enlaces que envías.
Besotes

Tawaki dijo...

Una historia de paz, colores y tranquilidad contada con mucha belleza.

Un abrazo.

Raquel dijo...

Hola Tawaki,
un gusto escucharte. Gracias y un beso.

Irreverens dijo...

Pues sí, recorrimos toda la ruta en bici, desde Salamanca hasta Sevilla, porque en ambos sitios tenemos amigos que nos pudieron acoger.
La verdad es que fue genial.
:)

¿Qué pueblo es el tuyo?

(Ah, y ya termino el libro este fin de semana. ¡No me lo puedo creer!)

Raquel dijo...

Irre,
El pueblo se llama Lagunilla. Está a unos 15km de Puerto de Béjar, en una zona entre la Sierra de Béjar y la Sierra de Francia.

Vas a disfrutar mucho ese final de libro. Nada como terminar algo en lo que has estado trabajando con intensidad. Qué bien.

Un besote