sábado, noviembre 04, 2006

En sábado, desde un sur

Hay conciertos de los que difícilmente te olvidas, por cómo se disfrutan, cómo te sientes en el escenario, la conexión entre los músicos y el público… Así fue el concierto de ayer en Ponce. Un goce. Tocamos en una plaza del centro, muy cerca de donde está el teatro de la Perla. (En ese teatro tocamos cuando estuvimos aquí en 1994. Muy buenos recuerdos de entonces. Y de ahora). Tocamos aquí

En esta foto aparece el Taller Típico Criollo, el grupo que abrió la presentación y que toca música jíbara o típica: seises, aguinaldos, danzas y guarachas. Cuatros puertoriqueño, guitarras, voces, guiro y bongo son los instrumentos que le dan el color a esa música entrañable y querida. El grupo lo dirige Orlando Laureano, un cuatrista con una importante trayectoria interpretative y discográfica.

El marco para el concierto fue único. Después de la prueba de sonido, aun nos dio tiempo para recoger los últimos reflejos del sol al atardecer.

Nos dio tiempo hasta a tomar un helado exquisito (probamos de almendras, guanabana, parcha y piña…riquiiiissssimo!)


Por la tarde, a la llegada a Ponce, Luis, la persona que nos llevó en “guagua” (bus) desde San Juan a Ponce, nos hizo un recorrido por algunos sitios de Ponce. Contraste de riqueza y pobreza, de orden y desorden, de maravillosa indentidad no solo puertoriqueña sino ponceña. ¿Cómo describirlo?






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