viernes, noviembre 10, 2006

Primera nevada

Ayer, ventanas abiertas, olor a hojas caídas, última vez de cortar el cesped antes de la llegada del invierno. Que no se hace esperar. Hoy llega. Y llega también la primera nevada, caprichosa y húmeda. La mañana despertó enfadada, sin sol, enmudecida. Anunció su desasosiego con una lluvia fría, al mediodía. Para las cuatro de la tarde, las ramas de los árboles ya estaban sosteniendo los copos de una nieve que vino para quedarse toda la noche.
Con asombro miramos esos dos o tres centímetros de nieve acumulada. Es demasiado temprano. Luego llega la noche y con ella, el silencio que la reina blanca trae. No, aun no; aun no es esa reina blanquísima, sutil y suave que elegante se posa para realmente quedarse semanas o meses. Ella llega más tarde. Hoy solo es un anuncio. Pasajero tal vez. Pero anuncio.

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