Hoy veo con tristeza cómo el árbol grandísimo de la casa de más allá también desaparece. Ha sido un proceso de toda la mañana y parte de la tarde


Pensé que sólo iban a cortar algunas ramas, que tal vez dejaran otras aunque sólo fuera para jugar a alcanzar nubes y espacios
pero al final, lo único que quedaba era el tronco cortado. Ni años ni porte. Todo borrado.
No me gusta esa derrota.
1 comentario:
feo.
Publicar un comentario