“Liking children in a pedagogical context means more than liking their company. It means reaching inside to find the child within ourselves” (Rhoda Rabin)
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Cuando llegan los recitales, el momento de tocar para otros, siempre me asombro de lo que los niños (pequeños y mayores) pueden hacer y lo que entregan. Tocar violín es difícil, aprender es un proceso lento en el que la meticulosidad y la práctica son clave. Además, hace falta imaginación y ese otro aura para poder interpretar, regalar una pieza con todas las alas, elegancia y belleza que le corresponde. Me llena de alegría ver cómo muchos niños son capaces de recrear la música, hacerla suya, vivirla y mimarla. Me admira el tiempo que son capaces de dedicarle a esas notas, esas dinámicas, esos detalles por los que algo deja de ser normal y se convierte en especial.
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