Me gusta esta lluvia de abril, amable, entregada a su tierra y su renacer. Salgo para estar con ella, caminar, contemplar su rostro, dejarme acariciar por su misma piel, nueva y tolerante
El árbol también le da la bienvenida, sin queja; sus flores ya pesan pero el agua no las agota, no exige ni desequilibra su fugaz madurez
Me gusta ese inicio de la frescura en el verde, su bellísima claridad y transparencia
Y ese otro blanco de delicada textura que recorre la cintura del día,
día suave y amable como la lluvia.
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