Abril suena a sol, a flores abriéndose generosas entre verdes intensos y azules cálidos. Abril suena a soñar ligereza, coral, ola acogedora. Pero hoy llega lánguido, cautivo de otros soles que no son los suyos, mojado en lluvia fría, envuelto en aire caprichoso y altivo. No te invita a salir.
Me doy cuenta de que apenas si he salido de casa en estos dos días. He escrito, he hecho música, he leído, he hablado, he recordado mucho, me he emocionado escuchando algo que hacía tiempo que no escuchaba. No he caminado. He cocinado, me he sentado a la mesa con buenos amigos y he compartido una exquisita comida con ellos. He estado a solas. Me está faltando ser valiente para poder ver con un poco más de claridad y tomar una decisión importante. Quiero mirar al miedo de frente -y ahora- para que luego no se entretenga en mi camino
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