Esta es la despedida, el resumen de once días intensos y sin descanso. No podría haber sido sin un grupo de personas como el nuestro, el que da sin pedir y ofrece sin necesitar recoger.
Con todos, nos despedimos en nuestra danza de siempre, las manos enlazadas
mayores y pequeños en un único gesto
La musa de la libertad nos ha abierto sus alas
y Mozartín nos ha sabido guiar
Inolvidable.
4 comentarios:
Parece una experiencia magnífica. Tengo la impresión de que esos niños no habrán de olvidar a lo largo de su vida esos días de EVE. Supongo que para implicarse en algo así, además del amor a la música, debe poseerse una enorme pasión por todo lo que se hace. Y paciencia, me temo, mucha paciencia. Por todo ello, mi más sincera enhorabuena.
¡Quién fuera niño!
Un abrazo, Raquel.
Creo que aciertas en todo lo que dices. Siempre pienso que si fuera niña/o me encantaría vivir una experiencia así. Como adulto, también.
Un abrazo
Uf! Que suerte que vencieron al villano y recuperaron la voz mas hermosa del mundo. Alguien así necesitamos en el Perú, Mozartín! Gracias Raquel.
Juan luis, inventemos un Mozartín que nos ayude a eliminar a todos los villanos que hacen difícil la vida para muchos.
Un abrazo.
(Estaba a punto de escribirte para ver si todo estaba bien después del terremoto)
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