Pues sí, los sabores de la comida egipcia allí se quedaron, los desayunos no tienen queso blanco y fresco, y las comidas no se acompañan con una multplicación de platos de ración que los egipcios llaman "ensalada" y que sirven antes del plato principal.
Sí, los egipcios comen tarde y a deshoras, como los españoles -según dirían quienes más estrictos son, de nórdicas tendencias y horario madrugador-. Egipto. Algunos platos me recuerdan tanto a los guisos castellanos que me asusta. Y claro, algunos sabores son tan meditarráneos y andaluces que una vez más vuelves a pensar en esa herencia de ocho siglos de presencia musulmana en España. (Si los españoles estuvieron en Latinoamérica durante 300 años y marcaron tanto, ¿cómo no se va a notar la herencia árabe en la comida, el lenguaje, la arquitectura o las formas de una España que a menudo se nos olvida que nació de una extraordinaria mezcla de razas?.)
Pues sí, desde que te sientas a la mesa, lo primero que te traen es pan, un pan que llaman ai shemi y que se parece al pan de pita
Al poco, después de pedir el plato principal de carne o pescado, en la mesa aparece una sin fin de platillos. Entre todos, nuestros favoritos, baba ganoush, una pasta hecha a base de berenjenas, ajo y pimientos asados, y taamil o felafel, bolitas fritas hechas de garbanzos molidos. Pero el festín es siempre diverso, desde fuul (judías aliñadas con limón) a ensalada de remolacha, lechuga, berenjenas asadas con pimientos, tahina (pasta de sésamo), wara annab (hojas de parra rellenas de arroz y piñones u otras delicias), tabbouleh (ensalada de perejil y sémola de trigo u otro tipo de pasta pequeña), garbanzos en ensalada, patatas aliñadas con aceite y vinagre, o...
Para cuando llegas al plato principal, casi siempre acompañado de arroz, apenas si puedes seguir comiendo. Y de esos platos principales, el pescado -buli lo llamó el camarero- acompañado con calamares que comimos en Alejandría fue exquisito,
el shish kebab, brocheta de carne de varios tipos (carne picada de cordero y enrrollada, carne de res, pollo a veces) siempre en su punto justo
o fattah, otro plato rico que sirven en capas, pan mojado en caldo como base sobre la que va el arroz y por último, la carne (de ternera o de cordero) preparada con una salsa de tomate y pimentón, acompañada de yogurt
Y postres... ¡ay!. Probamos delicadezas hechas a base de hojadre relleno de delicias varias (pistachos, almendras, nueces) y bañado en miel. La primera noche que caminamos por el centro de El Cairo, nos encontramos con la pastelería
A las once de la noche, El ABD es una burbuja hirviente llena de gente comprando esas delicias de hojaldre, churros, kumafa (tallarines horneados con azucar, miel y nueces)
Elegimos esto
También probamos salapias, bolitas hechas con una especie de masa de harina fina y esponjosa, fritas y bañadas con miel
Las acompañamos con café egipcio, parecido al turco, el de los posos que quedan en el fondo de la taza y en los que te leen la suerte.
El helado de mango o chocolate no puede faltar -de textura diferente al que conocemos, más consistente y menos cremoso, preguntamos y nos dicen que lleva gelatina-. Lo acompañamos con expreso, en Alejandría, en el palacio de Alamlek, palacio de lujo exquisito convertido en hotel
Y el té, delicioso; obligado a cualquier hora del día. Nos sentamos en el café El Fishawi a tomarlo
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