¿Fue esta mañana cuando madrugamos muchísimo para comenzar a las 6 de la mañana nuestro recorrido por tumbas y templos?
Valle de los reyes, valle de las reinas, tumba de Tut-ankh-Amun, templo de Medinat Habu, templo de Hatshepsut… Demasiado que ver, demasiado por lo que asombrarse.
Hace frío de madrugada, antes de despuntar el sol. Para cuando terminamos el recorrido al mediodía, el sol pica. En el valle de los reyes fueron enterrados los faraones. Los egipcios buscaron este lugar cerca de Luxor porque la tierra era un poco más seca y las momias podían preservarse mejor. Un poco más allá, el templo de Hatshesut, esculpido en la roca, impresiona
Me gusta llegar al valle de las reinas
y ver Dayr Al-Madina, la parte destinada a enterrar a los trabajadores que construyeron templos y tumbas, trabajando por voluntad propia para honrar a sus dioses y faraones
y el maravilloso templo de Medinat Habu
En cada lugar, un mundo. Junto a las ruinas y los escenarios creados para el turista, el pueblecito que yace al lado de esta zona a la que diariamente llegan miles de ellos,
las niñas a la que les compro unas muñecas que ellas hacen. (¿Quién me dijo que el salario mínimo en Egipto es de 125 libras egipcias? Sí. Al mes. Unos 17 euros, 22 dólares.)
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