martes, abril 03, 2007

Cambios y Vida


El miedo, mirado de frente, se asusta y se aleja. La fuerza recupera su espíritu. Comienzas a mirar al camino con su horizonte abierto, sin pesadumbre, sin sombra.
No sé si muchos de los cambios que la vida trae los llegamos a sentir como parte del recorrido cuando apenas asoman, especialmente cuando significan una ruptura que no es violenta pero tampoco una continuidad distraída de lo que veníamos haciendo. Una vez asumidos, los cambios conforman la intimidad de lo que vivimos, son parte de nuestra vida, son nuestra vida. Sin haber buscando con prisas su llegada, una vez instalados, al recibirlos, los mimamos y comenzamos a construir a su alrededor.
Recuerdo que cuando tenía 25 pensaba que tener 50 era ser muy mayor, que ya para entonces la vida probablemente estaba muy hecha, muy decidida, muy comprometida. Ahora que me voy acercando a esos cincuenta me doy cuenta de lo cerca que aún vivo de una niñez, adolescencia, juventud y madurez que siento vivas, latentes: soy yo, es mi vida, es un pasado que me deja ser hoy y que me deja ser mañana, es esta mi vida que cambia, que no se detiene, que a veces parece moverse caprichosa, siempre con la fuerza de su propio ser.
Épocas y edad otorgan a las decisiones el color del tiempo y la etapa personal que estemos viviendo. Son decisiones tan definitivas o tan temporales como las que tomamos cuando teníamos treinta. La vida, entera, siempre. ¿¡Cuánto la decidimos!? ¿¡Cuánto la movemos a nuestro antojo!? ¿¡Cuánto son las circunstancias las que deciden su color!?
Cambiamos, nos movemos entre los años creciendo, dejándonos asombrar, recorriendo caminos a veces obligados, a veces abiertos por nosotros mismos. La vida, otra vez y siempre, extravagante por su fuerza y sus razones, y nosotros en ella, columpiándonos en sus manos, robándole un corazón, una razón, un gesto en solitario, un abrazo solidario.
En este abril de lluvia, mi corazón pesa como el agua sobre estas flores, las únicas que nacen con fuerza en medio de las lluvias. Como ellas, crece, concibe su cambio y fuerte respira para caminar su vida

1 comentario:

Julia Ardón dijo...

qué foto, qué viva!!!