Hasta el árbol al revés sostiene la calma, el sol despierto en esta primavera que como nunca, sabe a primavera, se viste de ella.
Es sobre el último puente desde donde nos cuentan por qué esa red en el agua, cómo le cierra el paso a cierto tipo de peces para que no entren en la laguna, que no la ocupen y acosen, que no agoten la vegetación ni cierren el espacio a otros peces, a las tortugas también
Sí, es el arboretum de nuevo. En menos de una semana, todo ha resurgido sin medida, con una fuerza indescriptible
Hoy somos cuatro. No resistimos la tentación y tenemos que caminar las bicicletas para poder pasar por el medio: es imposible dejar de lado las lilas, su perfume, los manzanos, los pájaros, el verde, las violetas, los magnolios desnudándose de su flor, el vuelo de pétalos blancos
Hoy hay más gente, algún que otro pintor sentado frente a sus caballetes, la pareja en lo alto, en el banco de madera, el grupo de señoras. Sus voces y su risa acompañan, forman parte del espacio. Por encima de ellas, una infinita sensación de paz y el sol cálido acariciando la piel necesitada de luz, tibia sombra
Y es este blanco el que hoy nos cautiva, su sencilla belleza, la generosidad que nos regala las alas del día
2 comentarios:
Me encantan tu forma de pintar la naturaleza con palabras y las fotos que nos regalas (por cierto, ese precioso árbol cuajado de flores blancas, ¿cómo se llama?). Me gustaría adquirir esa forma de ver lo que nos rodea, de ver la vida... sin permitir que ninguna circunstancia pudiese empañar la visión.
Muchas gracias Rafael. El invierno es tan largo y frío en Madison que cuando la primavera llega -especialmente primaveras como esta- es un vedadero festín. Hay varios lagos en la zona y la combinación de sol y humedad es mágica. Es fácil dejarse absorver y sumergirse en esa belleza.
El árbol es una variedad de "crab apple", un tipo de manzano.
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