miércoles, mayo 23, 2007

Épocas, una lectura

Época del año en que se cierran etapas: la universidad terminó el pasado fin de semana, las escuelas e institutos lo harán en poco más de dos. Hace buen tiempo y no quieres estar "adentro". Nadie tiene ganas de hacer mucho. Sólo los que realmente están motivados mantienen su ritmo de trabajo (o quienes no tienen otro remedio).
El libro de Barry Green se abre hoy en la página en la que reflexiona sobre el arte de la expresión apasionada en la música y el equilibrio que se necesita tener entre emoción y disciplina para que la música fluya elegante y hermosa como si surgiera por sí sola y sin que la personalidad del intérprete se interponga en el camino
It's a paradox: discipline needs passion to bring it to life, and passion requieres discipline to give it expression (Barry Green, The Mastery of Music: Ten Pathways to True Artistry)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hace unos veinticinco años veía en la tele una entrevista que Iñaki Gabilondo le hacía a un joven y prometedor arquitecto; el programa se llamaba "En familia". Le pidió Iñaki al arquitecto que diera algún consejo a los jóvenes acerca de qué camino profesional seguir. El entrevistado respondió: "Yo les diría que estudien algo en lo que puedan verse a sí mismos trabajando diez horas diarias y no sentirse cansado". El entrevistado era Santiago Calatrava. Pasión y disciplina, disciplina y pasión.

Por cierto, algún día me gustaría hacer en varias etapas con mi hija (tiene siete meses) lo que he dado en llamar "La ruta Calatrava", o sea, visitar diferentes ciudades siguiendo la obra de Calatrava: la Ciudad de las Ciencias en Valencia, el auditorio de Tenerife, sus puentes en Sevilla, Barcelona, Extremadura,etc. Habrá que esperar a que la peque crezca lo suficiente como para apreciarlo y a que la economía doméstica esté más holgada; visitar su obra en el metro de Nueva York ya sería la leche.

Raquel dijo...

Rafael, buena toda esa conexión con la entrevista a Santiago Calatrava. Es bonita esa idea de hacer la ruta Calatrava (ya eres dueño de la patente turística). No sé por qué había pensado que tu hija era un poquito más mayor. Entonces sí, hay que esperar algún año pero tampoco tanto, mejor antes que después. Además, la pasión por viajar no sabe de paciencias y esperas.