Me llevas a caminar cuando la tarde se pierde y recorremos la llanura en silencio
No es estío, no huele a forraje, a centeno, a paca en espera; no es el olor del calor ni el aire de grillos y duendes iluminados en sus gusanitos de luz.
Nos quedamos quietas en ese cerco que nos toma en sus manos y que nos deja susurrar en medio de la nada, esquivando el aire
Atardece y la luz se va convirtiendo en caramelo de miel y menta en medio del silencio, su frescor surcando la garganta, dulzura lejana
Esquiva, la belleza de estos campos no se entrega a cualquiera. No provoca, no se hace evidente, no invita. Pero añoran. El tiempo te los entrega y con él aprendes los matices de su extensión y su existencia, la riqueza en su austeridad, la necesidad de la encina y sus dos orillas, y el camino en medio de dos mundos de contrastes, luces y sombras
No titubea este sol mientras se pierde en la honestidad de la tierra. Es hermoso y cierto
No pide ni solicita atenciones; su estela es la huella en medio de la infinita aventura de su horizonte, su gran amante.
4 comentarios:
Gracias por brindarnos esas maravillosas fotografías de un día que se va, pero que nos deja un agradable recuerdo.
Estefani, un gusto poderlas compartir.
Gracias
Imagino que las fotos las haces tú ¿no? Que barbaridad, preciosisisimas!!!
Sí, las fotos son mías. Contadas veces utilizo fotos de otros y cuando lo hago, le doy crédito al fotógrafo/a. Es fácil hacer esas fotos cuando lo fotografiado se deja y hasta casi te invita a hacerlas
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