
Deliciosa la comida portuguesa. Lo digo conociendo poco de ella y sin haber pasado suficiente tiempo en el país como para saber qué sí o qué no. Pero hasta ahora, tanto en el viaje a Lisboa de finales de abril como en éste, he disfrutado de platos bien sazonados y alimentos frescos; una cocina quizás no tan sofisticada como otras pero sí sabrosa, deliciosa.
Nada como entrar en las pastelerías, tomar café y elegir respostería a tu antojo para acompañarlo. No sólo son los pastelillos de nata típicos

sino los hechos a base de requesón, las tartas de almendras, de manzana, hojaldres antojadizos

y no sé cuántas delicias más.
Los antojitos también son varios, desde las empanadas tradicionales a las croquetas de bacalao o de carne

En los restaurantes, nada más sentarte, te sirven algo para picar. En cada sitio es diferentes pero parece ser común la ensalada de pulpo (una vinagreta de pulpo pero sin vinagre y con bastante perejil), pan, aceitunas, algún paté de sardinas o de atún y quesos curados o blandos para untar que no escasean en su generoso sabor. Tampoco los platos principales escasean en calidad y tamaño.
Estando junto al mar es casi obligado comer pescado. De todo lo que hemos probado, el robalo y las sardinas se nos antojan excepcionales,

ero la dorada o la caldeirada de pescado tampoco se quedan atrás

Parece que las carnes también se dejan comer con gusto, el secreto de “porco preto”, los pinchos morunos de carne de cerdo y ternera, el cordero asado o la carne de cerdo a la alentejana. Se necesita algo más que varios días para poder degustar la variedad y los platos típicos de la comida alentejana. Lo único que sé es que es una delicia sentarse a comer y dejarse servir por camareros y camareras amables y disfrutar una comida que se siente de la tierra, acaso el pan un poco soso pero compensado por esos postres caseros, el café exquisito y el orujo o la ginjinha que tantos recuerdos de Lisboa nos trae y que tan especial se siente ahora que aquí la probamos

3 comentarios:
ola raquel!
me ha encantado leer tu rrecorrido culinario por el alentejo, mi pequeña tierra de acogida. de tus palabras, realmente, se percibe el placer y el disfrute por la comida, uno de mis mayores placeres. y las fotografias, muy bonitas tambien, me han abierto el apetito...mmmm.
estupendo! estoy contigo, lisboa es especial, maravillosa!
beijos e abraços!
Ayyyy que paseo por las delicias de esa tierra. Y disfrutar de los fados en la sobremesa de una cena en la penumbra de un restaurante destartalado... de Lisboa princesa do tajo.
rakel y sherezade, gracias a las dos. Comida y fados... una combinación perfecta. Lisboa me parece una ciudad maravillosa, se te adentra y la quieres desde el primer momento, al menos como turista y si además rakel viviendo allí dice eso, debe ser que es especial todo el tiempo
Publicar un comentario